Buen Domingo

Invitación a las musas y chin chin la que se raje

  • Por lujardo




 

Por Ricardo Luján

 

Había una vez un maestro de preceptiva literaria y mnemotecnia, de cuyo nombre la neta no me acuerdo, que dijo que la inspiración radicaba en los codos, luego de mantenerlos apoyados sobre el escritorio, para aconsejarnos que si se quiere escribir bien hay que elegir un argumento,  ponerse a pensar en calma y sosiego, para luego plasmar ese pensamiento en palabras.

 

A pesar de considerarme un alburero irredento, el veinte me cayó cuarentaitantos años después, en pleno auge del celular, aparatito que al utilizarlo para escribir no es necesario poner los codos sobre el escritorio, pero sí las asentaderas en una silla o donde sea, pero apoyadas. O sea que el botoncito de la inspiración andaba por otro lado.

 

El caso es que sigo aquí, sentadote, el sábado en la noche, con cara de extraviado, pajareando las letritas del tablero del celular con apenas 18% de carga, en busca de asunto para escribir, sin nada que se me ocurra para la columna en la sección Buen Domingo, que por cierto  irónicamente para nada trata temas que digan cosas buenas, sino al contrario: puras cosas amargas de la sucia política mexicana.

 

Pensé escribir sobre el beso en la mano que le plantó Claudia al güero verde Manuel Velasco, nieto de un cacique de Chiapas de los años setenta, señor de horca y cuchillo de ingrata memoria sobre todo para los indígenas, pero ya medio mundo habló de eso: que si fue como amiguis, que si por agradecimiento, cariño o por participar como corcholata junto con la candidata doblemente impuesta, y hacerse cómplice de amañada elección.

 

Amor con amor se paga. Él da su voto dizque ecologista y ella perdona los 500 millones de pesos que el chiapaneco desvió mediante empresas fantasma en la que hasta mensajeros fueron utilizados bajo engaños para servir como prestanombres.

 

Ultimadamadremente, cada quien besa a quien quiera, donde quiera y como quiera, más si como ella dice es una vieja (y rara) costumbre de siempre.

 

De cualquier forma no es tema, pero me gustaría ver la respuesta de Claudia si algún día el Changoleón Noroña le besara la mano. 

 

También se me ocurrió abordar el asunto de los seis migrantes asesinados a mansalva en Chiapas, el primer día de mandato, por militares metidos a policías que son prepotentes y se sienten intocables. Aquí la nueva inquilina de Palacio mostró de una buena vez que el gobierno mexicano seguirá haciendo labores de perros de presa al servicio de Estados Unidos, a la caza de migrantes que cruzan el territorio azteca con miras a llegar a la tierra del billete verde y las narices blancas.

 

Por un momento pensé profundizar en un asunto subjetivo: cómo se sentirá López Obrador en su nueva vida, lejos de mañaneras, de funcionarios lisonjeros y periodistas maiceados, sin caminar a lo pendejo por el Palacio Nacional. Me puse a considerar  sobre la manera en que gastaría sus horas el patriarca en su búnker de La Chingada.

 

Traté de imaginar la espantosa sensación del todopoderoso al quedarse sin poder…pero ni madres, la realidad es que seguirá mandando detrás del trono de la “presirvienta”, a quien por cierto el mote no le da comezón, pues lo prefiere al de “narcopresidenta”, que en realidad le molesta y por algo será. El sempiterno marrullero seguirá envejeciendo y dando órdenes disparatadas.

 

Ya medio desesperado por no hallar materia para desarrollar,  me dispuse a navegar en internet y encontré que Claudia etimológicamente significa  “coja, limitada, lisiada, que camina con dificultad”. Horrorizado desistí de seguir investigando y mejor toqué madera, pues lo último que queremos es que hiciera honor a su nombre y que el suyo fuera un poder limitado, cojo, minusválido, mangoneado, dependiente de la voluntad de su tirano favorito. 

Desearíamos que dejara de someterse gustosa al yugo patriarcal, pero esos son sueños guajiros, producto del sueño fisiológico que me empieza a ganar…y sigo sin asunto para pergeñar.

 

Estuve tentado a escribir sobre la triste figura de Ifigenia Martínez en la ceremonia de transición, con 94 años a cuestas, en silla de ruedas y con respiración asistida, pero se me hizo feo por el  deprimente estado de salud de la señora toda una heoína de la izquierda genuina, quien paradójicamente junto con Porfirio Muñoz Ledo luchó por destronar al PRI eternizado en el poder, impulsando las instituciones democráticas y organismos autónomos que ahora el régimen ha destruido o está en vías de hacerlo.

 

Un incidente acaso simbólico ocurrió cuando Ifigenia, como representante del poder legislativo, debió imponer la banda presidencial a Claudia, pues en un momento dado algún morenista comedido pisó la manguera del oxígeno por donde respiraba la señora, quien hasta hizo caras por la molestia e incomodidad. 

Ojalá no haya simbolismo y Geppeto no le vaya a pisar la sonda a su marioneta y la deje respirar y trabajar en paz, aunque en la realidad eso es un imposible pues para mantenerla sometida a sus designios puso en puestos clave a gente como Gertz Manero, Adán Augusto, Noroña, los Batres y a su hijo Andy. 

 

Total que me dieron las once, las doce y la una y no logré encontrar tema.

 

Lo único que me queda por hacer con las musas es seguirlas invitando a que vengan a mí… ¡Y chin chin la que se raje..!





 

Comentarios