Paul ha muerto
- Por Francisco Chamuco González
Por: Francisco Chamuco González
La noche del 12 de octubre de 1969, sonó el teléfono en la cabina de la estación de radio WKNR-FM en Dearborn, Michigan. Rusell Gibb, quien tenía un programa nocturno en el que interactuaba con su audiencia a través de llamadas telefónicas, quedó perplejo al escuchar del otro lado de la línea, la voz de quien se identificó solamente como Tom (al parecer un estudiante de la Universidad del Este Michigan), quien a bocajarro espetó, sin piedad alguna: “Paul ha muerto”.
Como prueba de su dicho, Tom pidió a Gibb que reprodujera en sentido contrario, o “al revés”, la canción “Revolution Number 9” del Álbum Blanco. Rusell afirmó que después de hacer lo que le había dicho Tom, escuchó claramente un “Turn me on, dead Man” (enciéndeme, hombre muerto).
Dos días después, el 14 de octubre de 1969, apareció en el periódico Michigan Daily, un artículo titulado “McCartney esta muerto: nuevas pruebas salen a la luz”, firmado por John Gray y Fred Labour. Dicha publicación reforzaba la idea de la muerte de Paul, pero abordaba el caso desde una perspectiva no solo auditiva, sino bajo la interpretación de pistas que los cuatro fabulosos habrían tanto en las portadas de los álbumes, así como en algunas frases inmersas sutilmente en alunas letras.
Ubicándonos en el tiempo, en agosto de 1966, y después de sacar a la luz el majestuoso álbum Revolver, exhaustos ya de la Beatlemanía, donde la histeria y el frenesí de las fanáticas no les permitían incluso escuchar sus instrumentos en los conciertos, cansados de todo y de todos, deciden hacer una pausa en su carrera.
Ante la falta de giras y nula aparición ante los medios de comunicación, el 26 de mayo de 1967 se publica el inmortal Sargent Pepper Lonely Heart Club Band, álbum que marca un antes y un después en la historia de la banda y que sirvió de ocasión para presentar al falso Paul ante el mundo. Paul para el mundo, Faul para los Beatles. Principalmente para Lennon.
Los fanáticos de la banda, conocedores del mito, trataban de averiguar pistas o acertijos contenidos en el álbum que les permitiera conocer la verdad acerca de si su ídolo estaba vivo, o a quién presentaban en el álbum era solo un impostor. En ese contexto, la noche del 21 de octubre de 1969, Ruby Yonge, locutor de la WABC de Nueva York, declaró al aire que la madrugada del 9 de noviembre de 1966, estando en el estudio de grabación, y tras una acalorada discusión con John Lennon, Paul McCartney abandonó furioso las instalaciones de Abbey Road a bordo de su Austin Healy 3000, quién en su trayecto se encontró a una joven parada al lado del asfalto pidiendo raite, por lo que detuvo su marcha y se ofreció a llevarla a casa.
Sin embargo, la joven, al ingresar al vehículo y reconocer momentos más tarde quién era el conductor del Austin Healy que se había detenido a auxiliarla, se abalanzó histérica sobre Paul, provocando con ello que éste perdiera el control de su vehículo y terminara debajo de un camión, muriendo al instante, decapitado. Los hechos sucedieron a las 5:00 am en la intersección de Abbey Road y Belsize Road, en Londres. La joven se llamaba Rita y según el mito, no murió en dichos hechos.
Horas más tarde, al salir del estudio con la intención de retirarse a descansar, George, Ringo y John, fueron interceptados por una camioneta negra de la cual descendió un hombre del MI5 (agencia de inteligencia británica) quién se identificó únicamente como Maxwell, el cual les comunicó el siniestro sufrido por su bajista y les pidió que lo acompañaran para reconocer su cuerpo. Una vez en el lugar de los hechos, y después de confirmar la identidad de Paul, Maxwell los amenazó de muerte a ellos y a sus familias si llegaban a hacer pública la muerte de McCartney.
Maxell contacta a Epstein, y le hace saber que la inteligencia británica, ante el temor fundado de que al darse a conocer la noticia del fallecimiento de Paul generaría una ola de suicidios por parte de sus fanáticas (porque más que seguidoras eran literalmente fanáticas), debían permanecer en silencio mientras conseguían un doble que suplantara a Paul. Ante dicha situación, organizan un concurso de dobles, encontrando en la persona de William Campbell al nuevo McCartney. Campbell, un policía canadiense con un parecido impresionante a Paul, debió pasar por una serie de cirugías plásticas, así como un largo entrenamiento que le permitiría expresarse, moverse, caminar y principalmente tocar (supuestamente aprendió a tocar como zurdo ya que era diestro de nacimiento) y cantar exactamente como Paul.
A pesar de que Yonge fue despedido inmediatamente de la estación de radio hacer dichas declaraciones al aire, sus palabras hicieron que el mito se difundiera masivamente.
Ante el escándalo, la revista LIFE (una de las más respetadas y de mayor circulación de la época), decide ir en busca de McCartney y lo localiza en su granja de Escocia en compañía de su familia, lugar al que fue a refugiarse de tanto hastío. Paul (quién inicialmente reaccionó de una manera hostil y agresiva), accedió a darles una breve entrevista y les permitió tomar algunas fotografías, ya que el hecho le representaba una buena oportunidad para desmentir el rumor de su muerte. La revista fue publicada el 7 de noviembre de 1969, en cuya portada aparece una fotografía de Paul y su familia, señalando que Paul aún se encontraba entre nosotros… y publicando también, el resultado de unos análisis forenses de los que se abordará más adelante.
Pero... existen pistas de la muerte de Paul?
Primero hablemos de supuestas pistas de la muerte de Paul que aparecen en algunos de los álbumes. Hay cientos de ellas, siendo algunas de las más conocidas, las siguientes:
El álbum Sargent Pepper Lonely Heart Club Band de 1967, y en el cual aparece por primera vez Faul, como llamaba despectivamente Lennon al impostor de Paul, es el disco que supuestamente tiene más pistas de su muerte. Efectivamente la portada evoca a una especie de funeral en el cual se encuentran personalidades tan disímbolas como Aliester Crowley, Albert Einstein, Burroughs, Stockhausen, Marilyn Monroe, entre otros, y cuya portada (una de las más icónicas de la historia), pareciera contener efectivamente muchos mensajes ocultos por la complejidad de la misma. Una pista es el hecho de que en la portada se observa que hay una persona en la parte trasera de la imagen de Paul, quien posa la palma de la mano derecha sobre su cabeza. (lo que supuestamente significa en algunas partes del mundo la muerte), una más, es el arreglo de flores de color amarillo que se encuentra en la parte inferior derecha de dicha portada, justo debajo de la palabra Beatles y el cual aparentemente tiene la forma del bajo Hofner tan característico de Macca, cuya posición de las macetas también formaría la palabra “Paul?”, sobre las cuales descansan lo que parecen ser 3 tallos, mismos que representarían supuestamente a los 3 Beatles sobrevivientes.
Otra supuesta pista, y quizás una de las más famosas de este álbum, es la que se obtiene al mirar la portada del disco a través de la imagen de un espejo, en la que se lee claramente en el bombo de la batería la leyenda I+ONE+IX+HE*DIE que supuestamente se traduciría como “11 de septiembre el murió”, fecha en la que supuestamente murió Paul.
Una supuesta pista más, se localiza del lado izquierdo de la portada donde se ve a los 4 Beatles vestidos de negro y viendo hacía abajo con semblante triste, principalmente Ringo, en quien Paul posa una mano sobre su hombro en señal de consolación, lo que representaría el dolor de sus compañeros de no poder expresar públicamente el dolor causado por su reciente fallecimiento.
Así también, el muñeco con la playera que dice Rolling Stones que se encuentra echado más que sentado en la parte inferior derecha, tiene en su regazo un Austin Healy 3000 (el mismo modelo en el que Paul tuvo el supuesto accidente). En strawberry Fields Forever, en el solo de Ringo se escucha al fondo gritar a John “I buried Paul” (yo enterré a Paul), pero después aclaró que realmente gritó “Cranberry Sauce” (salsa de arandanos). La verdad es que se escucha claramente “I Buried Paul”.
En el álbum Abbey Road, se representaría un entierro en el que John, vestido de blanco, es el sacerdote, Harrison de mezclilla, sería el sepulturero, Ringo de negro es el enterrador y Paul es el muerto ya que va descalzo. La placa del bochito que aparece atrás de Harrison es “LMW28IF”, que supuestamente es “Linda Mccartney Widow 28 si”, haciendo referencia a que Paul tendría 28 años si viviera al momento de la publicación de ese álbum, lo que es una imprecisión ya que a la publicación del Abbey Road, Paul tenía 27 años.
Y así podríamos seguir y seguir citando pistas que apareen en varios de sus álbumes, pero no existe el tiempo y el espacio para ello.
... y pruebas?
Como si no fuera suficiente todo lo anterior, Ruby Yongue (sí, el locutor que fue despedido de la estación de radio de Nueva York por difundir la historia de la muerte de Paul), pidió al Doctor Henry Meyer Turby (supuesto perito en fonética forense) que realizara análisis de la voz de Paul mediante el uso del espectrógrafo (herramienta mediante la cual se puede identificar la “huella digital” de la voz de las personas). La conclusión del Doctor Turby fue contundente: No es la voz de la misma persona la que aparece en las grabaciones antes y después de noviembre de 1966, afirmando incluso que en Penny Lane, hay inclusive una “tercera voz” de Paul. Es importante señalar que los resultados del análisis forense del Doctor Turby fueron publicados en el mismo número de la revista LIFE en donde entrevistan a Paul en compañía de su familia en Escocia. También los difundió la United Press International.
En 2009, la revista Wired (una revista seria), publicó el resultado de los análisis forenses practicados por Gabriella Carlesi (anatomopatóloga) y Francesco Gavazzeni (experto en cranoemetría). Los resultados obtenidos después de comparar mediante el uso de tecnología la fisionomía de Paul antes y después de 1966, llegaron a la conclusión de que se trata de otra persona.
Daniele Guilá, perito antropométrico, licenciado en Ingeniería Electrónica y especializado en Espectrografía y Electroacústica, fue invitado al programa italiano de televisión Misterio en el año 2012, donde presentó los resultados de sus análisis periciales practicados a la voz y al rostro de Paul, confirmando los resultados del Doctor Turby, y yendo mucho mas allá, destaca las diferencias morfológicas entre el Paul de antes, y el Paul después del otoño de 1966.
En ese mismo programa, también Elena Marhetti, grafóloga y experta en programación lingüística, presentó el resultado de sus análisis, mostrando las diferencias entre la escritura y la firma de Paul, antes y después del supuesto accidente.
Todos llegaron a una funesta conclusión: Paul no es la misma persona antes y después del otoño de 1966.
Por último, en abril de 2015 se corrió el rumor de que Wikileaks habría filtrado un cable que confirmaba la muerte de Paul en 1966. Sin embargo, el 26 de marzo de ese mismo año, Wikileaks emitió un comunicado desde su cuenta oficial de Twitter (hoy X), en el que declararon que “Hay una historia dando vueltas sobre que recientemente hemos publicado unos documentos que afirman que Paul Mcartney murió en 1966. No lo hicimos”
Suponiendo sin conceder que William Campbell, bajo cirugías y todos los medios al alcance del MI5, pudiera haber pasado desapercibido ante las masas como Paul (en fotografías), un imitador, por más talentoso que este pudiera llegar a ser, jamás podría suplantar la genialidad de Sir James Paul Mccartney. Creer que eso es posible, es creer que un imitador puede componer y ejecutar Hey Jude, Band on the Run o Live and Let Die, solo por mencionar algunas. Creer que eso es posible es simplemente estúpido. Es Imposible.
Detrás de todo este mito pudiera estar el mismo Paul, ya sea como estrategia comercial o por simple diversión, pero sea cual sea el origen de este misterio dentro del universo Beatlemaníaco, el músico más grande del siglo XX y lo que va del XXI está más vivo que nunca y se presentará el próximo 14 de noviembre en el Foro Sol de la Ciudad de México. Larga vida para Paul y Ringo, eterna vida para Beatles.
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