Avanza TxDOT expansión de la I-10 pese a oposición ciudadana
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El Paso, Texas.– A pesar de la oposición de residentes y algunos funcionarios locales, el Departamento de Transporte de Texas (TxDOT, por sus siglas en inglés) continúa adelante con su plan para reconstruir y ampliar un tramo de seis millas de la autopista interestatal 10 (I-10), desde Executive Center Boulevard hasta Copia Street, en pleno corazón de El Paso.
El ambicioso proyecto, conocido como Downtown 10, tiene un costo estimado de 1.3 mil millones de dólares y busca modernizar una vía que, según la dependencia estatal, ha alcanzado su límite operativo debido al envejecimiento de su infraestructura y al aumento del tráfico vehicular.
Durante una audiencia pública virtual realizada el 16 de septiembre, el ingeniero distrital de TxDOT en El Paso, Tomás Treviño, explicó que la ampliación contempla hasta seis carriles por sentido, nuevas vialidades laterales de dos carriles, mejoras en rampas, así como la construcción de senderos peatonales y ciclovías.
TxDOT argumenta que sin esta intervención, el tráfico en el centro de El Paso se agravará significativamente. Para el año 2042, los modelos del organismo proyectan que la velocidad promedio podría disminuir a 28 millas por hora, aumentando los tiempos de traslado hasta en 80%.
La ampliación requerirá la adquisición y demolición de varios inmuebles sobre Yandell Drive, incluyendo el Museo del Holocausto, una escuela charter Triumph, una gasolinera y un edificio de apartamentos.
El proceso de negociación con los propietarios podría extenderse hasta 2027.
Asimismo, TxDOT planea demoler el puente de Prospect Street y profundizar el tramo en trinchera de la autopista, donde también se construirán corredores peatonales y áreas verdes.
Legisladores estatales como el representante Joe Moody han expresado su respaldo, al considerar que la infraestructura vial es esencial para la economía fronteriza. “Estas arterias son las que mueven a las personas y a los bienes que permiten que nuestra economía prospere”, señaló.
Sin embargo, organizaciones vecinales y académicos mantienen su rechazo. Kathleen Staudt, profesora emérita de la Universidad de Texas en El Paso y representante del colectivo Community First Coalition, afirmó que el proyecto “no está justificado por los datos” y que “solo atraerá más tráfico y contaminación al centro de la ciudad”.
Diversos residentes también han expresado preocupación por las afectaciones viales durante la construcción y por el impacto ambiental. Algunos proponen desviar el tránsito pesado hacia rutas periféricas como el Anthony Gap, mientras que otros sugieren fortalecer el transporte público y adoptar medidas como carriles de alta ocupación (HOV) o control de acceso en rampas.
El proyecto de expansión está estrechamente ligado a la propuesta del Deck Plaza, un parque elevado que cubriría cinco cuadras del tramo céntrico de la I-10.
La Fundación Paso del Norte lidera esta iniciativa y ha recaudado 45 millones de dólares, aunque el costo total supera los 197 millones.
TxDOT ha aclarado que la expansión de la autopista continuará independientemente del destino del parque elevado, cuyo desarrollo dependerá de la obtención de fondos estatales y federales adicionales.
La dependencia estatal recaba comentarios del público hasta el 14 de octubre, y se prevé que la fase de construcción inicie dentro de dos o tres años.
Posteriormente, TxDOT continuará con los tramos que conectan la I-10 desde U.S. 54 hasta Loop 375, y finalmente hasta Tornillo.
Mientras tanto, la discusión sigue abierta entre quienes ven en la obra una apuesta por el desarrollo y quienes la consideran un retroceso para la sostenibilidad urbana de El Paso.
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