EL BUITRE

Bueno, ya se sabía que El Loerilla Juan Carlos De la Rosa era malo para hacer política y bueno como metodícenmesta, pero no se sabía que fuera un buitre. Ahora ya se sabe, a partir de que metió sus pestilentes manos en el caso del crematorio Plenitud de Ciudad Juarez. No les extrañe que al rato el flamante Senador consiga trabajo en una funeraria o abra una nueva empresa de cremaciones. Lisa y llanamente, El Loerilla empezó a contaminar ese delicado tema con su macabra intervención, En pocas palabras, politizó un asunto que por su propia naturaleza debería ser ajeno a esos intereses y por respeto a la memoria de los difuntos y de las víctimas colaterales, debería mantenerse al margen. Pero, El Buitre, hambriento de venganza, frustrado por sus nulos resultados en la política, a pesar de contar con fuero y haberse desempeñado en diversos cargos, vio ahí la oportunidad de meter cizaña. Así que, bueno, nada más le faltaba eso al Senador fronterizo para estar a tono con su líder, la nunca bien ponderada Corraleja, que nada más se halla a la espera de ver una rendija para colarse como agua sucia.