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Ni Fiscalía se salva de la ola de franeleros que azota el centro

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Chihuahua.- Los llamados "viene viene" o franeleros, que operan en los estacionamientos frente a la Fiscalía General del Estado, siguen trabajando para el mejor postor, reservando los cajones de estacionamiento en las inmediaciones del conocido Jardín de la Justicia, ubicado sobre el Paseo Bolívar, entre Séptima y Coronado.

Desde tempranas horas, entre las 07:00 y 08:00 de la mañana, al menos cuatro personas se distribuyen en la zona frente a la Fiscalía, utilizando botes y/o rejas de plástico para apartar los espacios, recibiendo “apoyos voluntarios” de aquellos conductores que requieren un lugar donde estacionarse.

Esta zona es frecuentada por cientos de personas diariamente que deben realizar trámites en la Fiscalía o bien son empleados de diversos negocios y despachos, quienes también solicitan un espacio reservado.

En entrevistas realizadas en el lugar, algunos de los franeleros confirmaron que reciben dinero de quienes les piden apartar los espacios de estacionamiento, y por ello colocan los botes y las rejas para evitar que otros conductores se estacionen en esos lugares.

Además, informaron que algunos propietarios de locales comerciales en la zona pagan una cuota mensual para que les reserven un lugar exclusivo a la hora en que ellos llegan, generalmente entre las 10:00 y 11:00 horas.

Mientras tanto, quienes acuden a la Fiscalía o a otros negocios cercanos deben dar varias vueltas para encontrar estacionamiento, o en su defecto, dejar sus vehículos a gran distancia y caminar hasta su destino.

Algunas quejas indican que, si un ciudadano intenta estacionarse en esos espacios públicos, los franeleros reaccionan de forma agresiva, dañando los vehículos al rayarlos, ponchando las llantas o incluso bloqueando las salidas con otros autos. Aunque estas acciones se consideran un delito, las víctimas suelen no contar con evidencia ni testigos, por lo que las quejas no avanzan.

En ocasiones previas, ha sido necesaria la intervención de autoridades municipales para mediar en los conflictos entre la población y los franeleros. Sin embargo, algunos de estos individuos se escudan en una identificación que los acredita como "vigilancia vehicular", otorgada por la Secretaría de Seguridad Pública Estatal, lo que genera aún más controversia.

Este tipo de abusos ha sido denunciado en repetidas ocasiones, pero la población sigue siendo la más afectada, ya que se ve obligada a gastar tiempo y gasolina buscando un lugar para estacionarse, o bien a pagar por un espacio privado o por el servicio de los franeleros que se adueñan de la vía pública a la vista de las autoridades.

Cabe señalar que, al documentar esta información, una mujer que se dedica a esta lucrativa "labor" se mostró molesta y comenzó a tomar fotos al reportero, a quien además le sugirieron que, en lugar de exponerlos en el periódico, mejor los dejara trabajar.

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