Juárez

Viven casi la mitad de estudiantes Juarenses con ansiedad

  • Por Editora M

-Abre Conalep un Centro Integral de Desarrollo Humano para atender la crisis y la salud mental


Ciudad Juárez.– Casi la mitad de los estudiantes juarenses evaluados por Conalep presentan síntomas de ansiedad (43%), uno de cada cuatro padece depresión (24%) y un porcentaje creciente muestra señales de ideación e intención suicida (16%), revelaron autoridades de salud durante la apertura del Centro Integral de Desarrollo Humano en esta frontera.

El diagnóstico estatal también expone que 33% de los alumnos presenta malos hábitos alimenticios, 20% vive con estrés postraumático y 17% ha incurrido en conductas de autolesión. 

Estos indicadores reflejan una emergencia silenciosa que afecta no solo el rendimiento escolar, sino también la convivencia familiar y las oportunidades de desarrollo personal de miles de jóvenes.

Un espacio para atender una emergencia silenciosa
Frente a estas cifras, autoridades educativas y de salud inauguraron el Centro Integral de Desarrollo Humano, un proyecto que pretende convertirse en un modelo de atención emocional, psicológica y preventiva para estudiantes y sus familias.

El evento contó con la presencia de Omar Bazán Flores, director general estatal de Conalep Chihuahua; Felipe Rocha Ramírez, jefe del Departamento de Profesiones en la SEyD Zona Norte; Lizeth Medrano Fierro, responsable del Centro Integral; Raúl Cuevas Villarreal, coordinador estatal de Salud Mental en el Instituto Chihuahuense de Salud Mental; Lizeth Gutiérrez, jefa de la Comisión Estatal de Atención a las Adicciones, y Óscar Nieto Burciaga, enlace de la Dirección General Zona Norte.

En rueda de prensa se presentó el Taller Emocional y de Salud Mental, diseñado para atender de manera simultánea a estudiantes y padres de familia, con el objetivo de prevenir y reducir los riesgos detectados.

Un modelo que apuesta por la continuidad

El programa rompe con el esquema tradicional de conferencias esporádicas, apostando por un formato de intervención continua;
40 horas semestrales de sesiones para padres, a razón de tres horas semanales.

120 horas de activación física para estudiantes, además de dos horas semanales de talleres de salud emocional.

1,490 horas de atención psicológica y nutricional institucionalizadas en los planteles, garantizando seguimiento profesional.

“Queremos que los padres y madres no solo escuchen una charla y se vayan a casa, sino que se involucren de forma activa en el proceso de bienestar de sus hijos”, subrayó Lizeth Medrano Fierro.

Alianzas para fortalecer la salud mental

La iniciativa se sustenta en convenios con SIPINA (Sistema de Protección Integral de Niñas, Niños y Adolescentes) y la Secretaría de Salud, lo que permitirá aplicar tamizajes emocionales para la detección temprana de problemas y desplegar programas de prevención de adicciones en coordinación con expertos.

“Los datos son contundentes. 
El 43% de ansiedad y el 24% de depresión en jóvenes nos obligan a actuar de inmediato. 

El objetivo es detectar a tiempo, dar atención y prevenir consecuencias mayores como la autolesión o el suicidio”, advirtió Raúl Cuevas Villarreal, coordinador estatal de Salud Mental.

Familias como núcleo de la solución

Uno de los pilares del Centro es la integración de madres, padres y cuidadores como aliados en la intervención. 

Las sesiones para ellos están enfocadas en desarrollar habilidades para detectar señales de riesgo, mejorar la comunicación con los adolescentes y acompañarlos en procesos emocionales complejos.

“En muchos casos, los problemas no se detectan porque en casa no se sabe qué buscar o cómo reaccionar. 
Aquí les enseñaremos a leer esas señales y a actuar”, explicó Lizeth Gutiérrez, jefa de la Comisión Estatal de Atención a las Adicciones.

Más allá de la terapia: prevención y bienestar integral

El modelo no solo se enfoca en terapia psicológica, sino que integra asesoría nutricional, actividades deportivas y talleres prácticos, entendiendo que el bienestar emocional está estrechamente ligado a la salud física y los hábitos de vida.

Se implementarán rutinas de ejercicio, planes alimenticios personalizados y espacios de convivencia segura que reduzcan factores de riesgo como el aislamiento, la inactividad o la mala alimentación.

Para Omar Bazán Flores, titular estatal de Conalep, el Centro Integral no es solo una obra física, sino el inicio de una estrategia que debe sostenerse en el tiempo:

“Estamos ante un momento decisivo. Las cifras nos muestran una juventud que necesita apoyo urgente, y este centro es un paso firme hacia la solución. No se trata solo de atender, sino de prevenir y acompañar”.

La expectativa es que este modelo se replique en otros planteles y comunidades, creando una red de atención y prevención que logre disminuir las cifras de ansiedad, depresión e ideación suicida en la juventud juarense.

En resumen, el Centro Integral de Desarrollo Humano se presenta como una respuesta concreta a una crisis que, aunque muchas veces invisible, está afectando el presente y el futuro de los adolescentes. 

Su éxito dependerá de la continuidad del programa, la participación de las familias y la coordinación efectiva entre las instituciones que hoy se han unido para enfrentar este reto.