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EL INFILTRADO

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EL INFILTRADO

Una vez más, el nombre de Luis Arrieta —el eterno prófugo del "cuaderno" de los escándalos universitarios— reaparece en las redes sociales de la Universidad Autónoma de Chihuahua (UACH) dejando un rastro de preguntas incómodas. Arrieta, recordado por su fracaso político como candidato a regidor por Morena  y por liderar aquel grupo de pseudoestudiantes que derribó la puerta de Rectoría el 15 de mayo del año pasado, parece haber encontrado un nuevo oficio: operador de filtraciones masivas. Según versiones, habría sido el responsable de filtrar correos universitarios para enviar propaganda política, una maniobra que raya en lo ilegal y que expone, una vez más, la instrumentalización de la UACH para fines partidistas. Pero el verdadero giro en esta historia lo da David Arrieta, quien, al parecer, ha sacado las uñas y las ha clavado en la universidad y todo indica que cuenta con el patrocinio de la senadora morenista Andrea Chávez, que ahora se dedica a hacer montajes con perritos en sus redes sociales. Esto no es solo un tema de intromisión política en la máxima casa de estudios; es un recordatorio de que, para algunos, la UACH sigue siendo un botín al que se puede acceder mediante presiones, filtraciones y alianzas oscuras. Mientras tanto, la comunidad universitaria —estudiantes, académicos y trabajadores— merece respuestas claras: ¿Hasta cuándo permitiremos que los intereses de unos cuantos secuestren la autonomía universitaria? La sombra de Luis Arrieta, lejos de esfumarse, se proyecta cada vez más larga y hay quienes, desde el poder, parecen decididos a alargarla aún más.