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La ley y la trampa

  • Por lujardo
La ley y la trampa

 

Por Ricardo Luján

 

Así como en los tiempos del presidente vendepatrias López de Santa Anna se pagaban impuestos por las ventanas, durante el segundo piso del obradorato del otro nefasto López se aplicarían impuestos hasta por las flatulencias de las vacas…como en Dinamarca.

Sirva esta escatológica introducción para abordar dos graves cuestiones: nuestra ignorancia de las leyes y la anunciada reforma judicial con la andanada de nuevos ordenamientos jurídicos que trae de trasfondo y cuyas consecuencias todavía muchos ignoramos o no dimensionamos.

Y si esperamos a que nos lo informen los diputados, mejor nos sentamos a esperar, porque a veces ni ellos mismos saben, y aunque sea su obligación algunos ni siquiera revisan ni leen lo que aprueban, ya sea por pereza, corrupta omisión o de plano por falta de inteligencia y problemas de comprensión de la lectura.

Si los mexicanos conociéramos lo suficiente de leyes otro gallo nos cantara y menos perros nos mordieran, porque el asunto tiene que ver con gobiernos, diputados, senadores, abogados, policías, tránsitos y otros especímenes de cuidado.

En México nos rigen trescientos y pico de ordenamientos constitucionales y poco más de 270 locales, en tanto que en el ámbito estatal existen varias decenas de leyes más, así como reglamentos municipales, muchas de ellas ni en el mundo las hacemos, pero cuyo desconocimiento no nos salva de la multa o del bote en caso de violarlas.

Y como nos importa más el futbol que las leyes, sólo hasta que nos toca enfrentar a la justicia vemos el tamaño del golpe.

Porque así como algunos países como Dinamarca Francia y España ya aprobaron disposiciones para reducir la huella de carbono, que establecen impuestos a la ganadería por los gases que generan vacas, cerdos y ovejas, asimismo el sector transportista en su momento sufrirá perjuicios por multas derivadas del incumplimiento de normas ambientales. Son lineamientos aprobados en varios países y que serán leyes mundiales para principios de la siguiente década.

También los campesinos enfrentarán la ley y la trampa con sus respectivas multas pues la Agenda 2030 señala el qué, el cómo, cuándo y dónde sembrar, así como cuánta agua utilizar… todo por el bien del planeta.

Ahora más que nunca todos deberíamos conocer las leyes, porque a los ocultos entretelones de la reforma judicial que traerá normativas inimaginables, se añaden las de la llamada Agenda 2030 de la ONU, que establece disposiciones en materia ambiental, laboral y de perspectiva de género, en su mayoría tendenciosas y amañadas.

Así las cosas un empresario que tenga empleados deberá contratar determinada cantidad de homosexuales, por ejemplo, para cumplir con la cuota de género. Imagínense ahora que hay tanta preferencia sexual los patrones deberán tener en nómina diversas muestras patológicas de pseudosexualidad.

Otra filosa arista de estas leyes la padecerán empleadores en general cuando sean obligados a tener en su plantilla a migrantes sin importar si están o no calificados, solo para evitar sanciones y cumplir con el principio de “no dejar a nadie atrás” a favor de personas necesitadas y marginadas fuera de su patria…pero desplazando a la mano de obra mexicana.

Y suponiendo que no puedas o no quieras contratar migrantes y acudes a los tribunales te van a decir que ni maiz paloma, porque la reforma pondrá jueces nombrados por “el pueblo” que sirven al gobierno...y si decides recurrir al amparo también te la vas a pelar porque ya no habrá de piña, pues la reforma judicial lo considera innecesario en un país como México donde no hay injusticias ni impunidad.

Así, serán decenas las leyes secundarias aberrantes que traerán sus respectivas sanciones económicas, pues si algo sabe hacer el gobierno es fregar al ciudadano, por ejemplo si te opones a la educación hipersexualizada que reciben tus niños, si manifiestas abiertamente tu credo religioso, si no utilizas el lenguaje inclusivo, si defiendes a tus hijos de una madre violenta, si te resistes a recibir o difundir cursos sobre ideología de género…

Otra reglamentación que deberíamos conocer es la relativa a la violencia vicaria, que en principio suena muy bien pues protege a la familia, pero que sin embargo es discriminatoria porque siempre el agresor es hombre y la víctima es mujer, excluyendo los derechos de los varones, sin considerar que también existe la violencia que ellas ejercen sobre los hijos para perjudicar al padre, muchas veces con mentiras o delitos inventados. Eso sin contar las agresiones físicas, pues también hay damitas de mecha corta buenas para las trompadas y diestras en el uso bélico de cuchillos cebolleros, tenedores, sartenes, comales y demás armas de uso doméstico.

Atribuye valores negativos al varón y positivos a las féminas por el solo hecho de serlo, lo que resulta a todas luces una aberración que puede agarrar desprevenidos a los reyes del hogar.

No hay sanción para una mujer que, por ejemplo, sea drogadicta…y si el padre trata de obtener la guarda y custodia de los hijos, por el solo hecho de intentarlo ya está cometiendo un delito.

Así de aberrantes son las nuevas leyes que parecen no importarnos pero que mucho nos afectan. Supón que te opones al deseo de tu cónyuge de abortar, vas derecho al bote por doble delito: prohibir un asesinato fetal y por violencia vicaria.

Porque por la falsa acusación de una mujer iracunda o despechada, el esposo va a dar a la cárcel y perderá derechos sobre los hijos.

Esta ley que en apariencia beneficia a la familia en realidad termina por dañarla, pues se presta a venganzas que al final separan al papá de sus hijos, muchas veces mediante la violencia mental de la madre. Eso si el hombre antes no se harta de la situación y desaparece sin volver a hacerse cargo de la manutención de los hijos.

Al paso que vamos, los padres solteros pasarán a ser delincuentes.

Total, ya lo dijo Honorato de Balzac: “Las leyes son como las telas de araña, a través de las cuales pasan libremente las moscas grandes y quedan enredadas las pequeñas”.